
Limpieza facial, parte I: LA CLAVE DE UNA PIEL RADIANTE
La limpieza facial y el cuidado de la piel constituyen un hábito importante en nuestra vida diaria. Este hábito no sólo tiene como objetivo la eliminación de la suciedad e impurezas de la superficie cutánea, sino que pasa a tener un significado cosmético que va mas allá de lo higiénico.
Es fundamental e indispensable para que la piel luzca deslumbrante; es el paso previo que garantiza que los activos incorporados en La crema puedan llegar a las capas más profundas de la dermis. Es decir, si la piel está saturada de células muertas y los poros obstruidos, difícilmente los principios activos van a penetrar en nuestra piel.