A medida que vamos cumpliendo años, se producen una serie de cambios en la estructura y función de la piel, que se caracterizan por sequedad, arrugas, superficie débilmente rugosa, laxitud y la existencia de pigmentaciones y otros tipos de manchas. Este envejecimiento afecta de modo semejante al tejido epidérmico y dérmico.
En este post os voy a hablar de los cambios que se producen en la hipodermis y la dermis a medida que vamos envejeciendo.
¿Qué cambios se producen en la hipodermis? Se produce una disminución en la vascularización a la vez que se reduce el panículo adiposo, por lo que se produce flacidez.
¿Y en la dermis? La dermis es responsable de la resistencia y la elasticidad de la piel, pero con la edad va perdiendo estas características de soporte. Se produce una pérdida de espesor, lo que puede justificar el aspecto transparente y muy fino que presentan las pieles de personas de edad avanzada. El ritmo de la síntesis de colágeno disminuye al igual que la producción de elastina, esta va disminuyendo progresivamente y a partir de los sesenta años se produce una caída brusca.
Los alfa-hidroxiácidos presentes en el vino de bobal, producen un efecto modulador de la exfoliación y aumentan la producción de colágeno y proteoglicanos, por lo que se favorece la regeneración celular, retrasando los síntomas del envejecimiento cutáneo, obteniéndose una piel, suave, radiante y juvenil.
En el próximo post os voy a hablar de los cambios que se producen en la epidermis.
Hasta pronto.
Mª José